Uno de sus últimos días, se le acercó y le empezó a cantar ella...
En medio de tan relajante voz se mezclaron lágrimas,
y él sin problemas la miró y le susurro: "No llores, continua con tu canto"...
A los poco días ya no estaba más... A los escasos pasos del tiempo, a las memorias que perdimos, a los espacios que ya no frecuentamos, sólo él... su tiempo, su 7 de copas, su mar de dudas... Daban ganas de decirle "NO LLORES, CONTINUA CON TU CANTO"... pero no hizo falta, lo hizo toda su vida...
No hay comentarios:
Publicar un comentario